jueves, 20 de enero de 2011

LECTURA NUMERO 7: TEORTIA DEL DESARROLLO CAPITALISTRA” .

En esta nueva entrada  os dejo la introducción y capítulos I y II de la lectura de Sweezy, el resto de capítulos  los harán mis compañeras de grupo.

Introducción.
Sweezy  comienza su escrito con la definición del concepto de sociedad, el cual se entiende sociedad como un número de individuos entre los cuales existen ciertas relaciones precisas y más o menos estables. La forma de la sociedad es determinada por el carácter y la formas de estas relaciones. El autor pone un ejemplo en  su libro que es el de la economía política aparentemente como materia de ciencia social que estaría dentro de la sociedad pero basándose en el libro del profesor liberal Robbin “Naturaleza y simplificación de la ciencia económica “su definición de economía política se basa en “la economía es la ciencia que estudia la conducta humana como una relación entre fines y medios limitados que tienen diversa aplicación”. De esta definición y según los principios de Robbin hacia este conocimiento, el sistema económico no es considerado principalmente en términos de relaciones sociales sino en términos de relaciones entre hombres y cosas.
Sweezy deja claro que entre los teóricos economistas modernos no dejan de lado a la hora de hablar de economía, las relaciones sociales pero lo que subraya es que la construcción de el concepto de teoría económica está proyectada para superar cualquier juego particular de relaciones sociales; por lo tanto las relaciones sociales solo se tienen en cuenta en el plano de la aplicación. El autor intenta aclarar esta idea a través del concepto de salario; el término se toma del lenguaje corriente, en el cual significa las cantidades  de dinero pagadas, a intervalos cortos, por un patrono a sus obreros asalariados. La teoría económica ha cambiado este significado y lo considera como el producto ya se exprese en valor o en términos físicos, que es imputable a la actividad humana empeñada en un proceso productivo en general.
Por lo tanto en palabras de Sweezy el “salario” se convierte en una categoría universal de vida económica en vez de una categoría adecuada a una forma histórica particular de la sociedad.
Los economistas en el sistema económico actual introducen explícitamente las suposiciones institucionales y sociales que sean necesarias a fin de que el salario tome la forma de pagos en dinero de los patronos a los obreros asalariados, por lo tanto se deriva de los teoremas de la productividad que en sí mismos están vacíos del contenido social. Es decir, el salario es en esencia la productividad marginal del trabajo y la relación entre el patrono y el obrero se expresa en el pago real del salario como incidental y de ninguna significación en sí mismo.
Desde este punto de vista es inevitable considerar el “salario” de productividad como el ingreso que percibirá bajo un orden equitativo y justo.
El autor señala que como en el salió se podría hacer un análisis parecido y llegar a resultados muy similares, si tuviéramos que examinar otros conceptos centrales de la teoría económica como la renta, el interés, la ganancia, el capital etc. En cada caso los conceptos se toman del lenguaje corriente, se les extrae el contenido social y las categorías universales que resultan se aplican a toda clase de sistemas económicos.
Sweezy por tanto en esta obra decide abandonar el terreno de la doctrina aceptada y explorar otra forma de emprender el estudio de los problemas económicos a través del marxismo.

1. El método de Marx
E n este capítulo se expone los elementos de la actitud de Marx ante la economía política.
a)                  El uso de la abstracción.
Marx era partidario del método abstracto-deductivo , él practicaba el método de las “aproximaciones sucesivas”, que consistía en avanzar paso a paso de lo más abstracto a lo más concreto, eliminando sus posiciones simplificantes en las etapas sucesivas de la investigación , de modo que la teoría pueda tomar en cuenta y explicar una esfera cada vez más vista de fenómenos reales.  Aunque pueda parecer que Marx tiene parecidos con la metodología de los representantes de la tradición clásica y neoclásica existen diferencias. El principio de la abstracción es por sí mismo incapaz de rendir conocimiento; las dificultades están en la manera de aplicarlo, debe uno decidir en qué hacer abstracción y de qué no hacerlo. De ahí surgen dos cuestiones ¿Qué problemas se examinan? Y ¿Cuáles son los elementos esenciales del problema?
Según el autor si tenemos las respuestas de ambas preguntas sabremos seguramente de que nos podremos abstraer y dentro de estos límites, lograremos en marcar nuestras suposiciones de conformidad con criterios de conveniencia y sencillez.
Los economistas no siempre han estado de acuerdo sobre sus objetivos. Uno puede hacer  abstracción de una diferencia que otro esté tratando de explicar y sin embargo, cada uno puede tener razón desde el punto de vista del problema de estudia.
Siguiendo la idea de Hegel, el autor considera que la tarea específica de la abstracción es poner de relieve lo esencial y hacer posible su análisis. Pero ¿por dónde empezar? ¿Cómo distinguir lo esencial de lo no esencial? La metodología pude plantear estas cuestiones pero no puede suministrar respuestas ya hechas.
En la práctica se precisa  formular hipótesis y comprobar las conclusiones con los datos de la experiencia. Si hemos de comprender la obra de un hombre de ciencia determinado debemos de tratar de identificar sus hipótesis clave y descubrir si es posible de donde las obtiene y como desarrolla sus implicaciones,.
Sweezy hace un repaso breve el desarrollo intelectual y la actitud de Marx ante la economía política, se formó y determinó mucho antes de que decidiera hacer de los estudios económicos su principal ocupación.
Para Marx la economía política es importante, él  no trataba de reducirlo todo en términos económicos. Intentaba más bien poner al descubierto  la verdadera interrelación de los factores económicos y no económicos en el conjunto de la existencia social.

La clave del cambio social se encuentra en los movimientos del modo de producción. Marx se dedicó un estudio completo de la economía política, desde el punto de vista de las leyes que rigen los cambios en el modo de producción.

Siguió los conflictos históricos decisivos hasta sus raíces en el modo de producción, descubrió lo que él llamo conflictos de clase. Así, el Manifiesto Comunista (1847), después de una nota introductoria comienza: “La historia de todas las sociedades que han existido hasta aquí es la historia de la lucha de clases”. Las fuerzas económicas en acción se manifiestan en conflictos de clase baja el capitalismo como bajo las formas anteriores de la sociedad. Las relaciones económicas esenciales son aquellas que están debajo y se expresan en la forma de conflicto de clase. Éstos son los elementos esenciales que deben ser aislados y analizados por el método de abstracción.

Los economistas clásicos estaban también muy interesados en las raíces económicas de los conflictos sociales pero ellos sobre todo se preocupaban del conflicto entre capitalistas industriales y terratenientes. En consecuencia, subrayan mucho, la cuestión de la tierra y del ingreso derivado de la propiedad de la tierra. En realidad, sin el conocimiento de “la verdadera doctrina de la renta”, afirmaba Ricardo, “es imposible entender los efectos del incremento de la riqueza en utilidades y salarios, o averiguar satisfactoriamente la influencia de los impuestos en las distintas clases de la comunidad…”. Marx escribió “Nada parece más natural que empezar con la renta, con la propiedad agraria, puesto que está ligado a la tierra, la fuente de toda producción y de toda vida, y a la primera forma de producción en todas las comunidades más o menos establecidas, a saber, la agricultura”. “Nada podría ser más erróneo”. La razón que tenía para adaptar esta actitud es la clave de su procedimiento ulterior.
“El capital es la fuerza que todo lo domina en la sociedad burguesa” significa para Marx que la relación económica principal es la que existe entre capitalistas y obreros. “La relación entre el trabajo asalariado y el capital determina todo el carácter del modo de producción”.

“La sociedad en su conjunto se divide cada vez más en dos campos hostiles, en dos grandes clases que se enfrentan una a otra: la burguesía y el proletariado”. Esta relación debe ser el centro de la investigación; el poder de abstracción debe ser utilizado para aislarla. Requiere un procedimiento que implica dos pasos:
1) Todas las relaciones sociales, exceptuando las que existen entre capital y trabajo, hay que suponerlas provisionalmente alejadas, para reintroducirlas, una por una, sólo en una etapa ulterior del análisis.
2) La relación capital-trabajo debe reducirse a su forma o formas más importantes. Se refiere a las características y tendencias estructurales de toda la sociedad. “Nos ocupamos de los individuos  sólo en la medida en que son personificaciones de categorías económicas, de peculiares relaciones e intereses de clase”.

Es una relación de cambio, el capitalista compra fuerza de trabajo al obrero; el obrero recibe del capitalista dinero con el cual adquiere lo necesario para la vida. El estudio de la relación capital-trabajo debe comenzar por un análisis del fenómeno general del cambio.
Marx. I parte del volumen 1º de El capital “Las mercancías”.
Todo lo que se destina al cambio más bien que al uso directo, es una mercancía; el análisis de las mercancías, por consiguiente, implica el análisis de la relación de cambio y su aspecto cuantitativo (valor de cambio); incluye, además, un análisis del dinero.
Cuando decimos estar operando en un alto nivel de abstracción queremos decir que consideramos un número relativamente reducido de aspectos de la realidad, eso no quiere decir que aquellos aspectos que no se consideren, no sean susceptibles de investigación.
Hay que hacer las tres preguntas que siguen relativas a las suposiciones simplificadoras (o abstracciones) que dan lugar a la crítica:
¿Están hechas con la debida consideración del problema que se estudia?
¿Eliminan los elementos no esenciales del problema?
¿Se abstienen de eliminar los elementos esenciales?

Si estas tres preguntas pueden ser contestadas en sentido afirmativo, podemos decir que se ha observado el principio de la abstracción apropiada. Este principio es de gran utilidad para la prueba de pertinencia y validez de una parte considerable de la crítica de Marx.
b) El carácter histórico del pensamiento de Marx:
La realidad seguirá un proceso histórico que no conoce finalidad. Esta realidad podrá ser cambiada por los hombres pero teniendo en cuenta la herencia del pasado. Para poder cambiar esa realidad deberemos tener en cuenta que ésta varía como lo ha ido haciendo a lo largo del tiempo y de varias etapas y no deberemos considerar que como es una herencia del pasado no puede cambiar pues si pensamos así estaremos cayendo en el mismo error en el que han caído algunos autores modernos.


2. El problema del calor cualitativo.
Para Sweezy el estudio de las mercancías es el estudio de la relación económica del cambio, cada productor posee sus propios medios de producción y satisface sus múltiples necesidades por el cambio con otros productores que se encuentran en una situación similar.
El autor considera que es aquí donde surge el problema del cambio.
Adama Smith sin embargo considera que el cambio se liga a la división del trabajo, según Smith el aumento en la productividad es debido a la división del trabajo.
Sweezy habla de que la producción de mercancías, que tiene sus raíces en la naturaleza humana es la forma universal e inevitable de la vida económica, la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías, por lo tanto desde este punto de vista los problemas de la economía política tienen un carácter cuantitativo; empiezan con el valor de cambio, que es la relación cuantitativa básica entre las mercancías, que se establece a través del proceso de cambio.
Marx en contraposición con Smith no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de ningún modo de la firme y rígida relación que describe Smith.
Para Marx la producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica, es una de las formas posibles de la vida económica, es una forma históricamente condicionada que por ningún concepto puede presentarse como directa manifestación de la naturaleza humana. La producción de mercancías es separada del reino de los fenómenos naturales y se convierte en materia validad de la investigación histórico social.
El economista ya no puede limitar su atención a las relaciones cuantitativas que nacen de la producción de mercancías; debe distinguir también su atención al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía. Por ello Sweezy divide la teoría del valor en dos parte que la componen.
El valor del uso.
El autor considera que el valor del uso no da a una mercancía ningún carácter peculiar. El valor de uso expresa cierta relación entre el consumidor y el objeto consumido.
Marx excluía el valor de uso, de la esfera de la investigación de la economía política, ya que considera como requisito que las categorías de la economía política deben ser categorías sociales, es decir, categorías que representen relaciones entre los hombres.
Ello no significa que el valor de uso no deba jugar ningún papel en la economía política ya que el valor de uso es un prerrequisito del consumo y no está excluido por Marx de la cadena causal de los fenómenos económicos.
Valor de cambio.
En una sociedad a que el cambio es un método regular de realizar el propósito de la producción social, es entonces solo en calidad de mercancías como los productos tienen valor de cambio.
Para Marx el valor de cambio (relación cuantitativa entre cosas) es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías, los productores individuales, trabajando aisladamente cada uno, trabajan en realidad los unos con los otros, su trabajo tiene un carácter social que les es impreso por el acto del cambio, el cambio de mercancías es un cambio de los productos del trabajo de productores individuales, son productos del trabajo humano en una sociedad basada en la división del trabajo , en el que los productores trabajan de manera privada e independiente.
Trabajo y valor.
El trabajo también tiene dos aspectos, uno correspondiente al valor de uso y el otro al valor de la mercancía que produce.
A la mercancía como valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil, pero el trabajo útil no es la única fuente del valor de uso; la naturaleza coopera tanto activa como positivamente en el proceso de producción de valor de uso.
Así lo que el valor de uso es al valor en el caso de la mercancía, el trabajo útil es al trabajo abstracto en el caso de la actividad productiva. Cuando Marx dice que el trabajo es la sustancia del valor, habla siempre, en consecuencia del trabajo considerado como trabajo abstracto.
Trabajo abstracto.
Para Marx trabajo abstracto equivale a trabajo en general es lo común a toda actividad humana productiva Sweezy advierte que la reducción de  todo trabajo a un común denominador no des una abstracción arbitraria sino que es una abstracción “que pertenece a la esencia del capitalismo” Luckacs.
La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver claramente, detrás de las formas especiales que el trabajo puede adoptar en un momento dado cualquiera, una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad laboral.
La adopción de este punto de vista, está condicionada por la naturaleza de la producción capitalista que lleva a la movilidad del trabajo a un grado muy superior al de todas las formas anteriores de la sociedad.
La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor.
Una mercancía parece ser a primera vista un artículo que ha sido producido por un trabajador que trabaja privadamente y aislado del resto de la sociedad, pero esa mercancía tiene de común con todas las demás mercancías el hecho de absorber una parte del total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad, (es decir, todas ellas son trabajo abstracto materializado). Es esta característica de partida y la categoría central de la economía política de los tiempos modernos.
Para Sweezy el análisis cualitativo determina tanto la significación básica, como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo, Marx habla del que el valor de cambio es tan solo la “forma fenomenal” bajo la que se oculta el valor mismo.
De esta manera, la magnitud del valor expresa la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo, la preocupación por las proporciones de cambio del trabajo ha hecho que se deje en segundo plano el carácter de las relaciones sociales

El carácter fetichista de las mercancías
En el análisis de las mercancías que plantean, les lleva a ver que en el valor de cambio, una relación entre productores en un sistema determinado de división del trabajo, y en el trabajo particular de los individuos una parte integrante de la suma de fuerza de trabajo de la sociedad. Esto nos indica que las formas no sean importantes, tienen por el contrario las más importancia, la realidad se percibe en términos de forma.
El error y la fantasía son fácilmente aceptables como sentido común evidente y aun proveen la base para una explicación supuestamente científica. Una incapacidad para comprender, una falsa consciencia cala de en mayor o menor grado la estructura del pensamiento. Este principio se aplica con fuerza a las mercancías y a la producción de mercancías. Las ideas a que esta forma de organización social da origen a menudo tienen solo una relación remota y desnaturalizada con las relaciones sociales reales que yacen bajo ella.
En la producción de mercancías la relación básica entre los hombres adopta a sus ojos, la forma de una relación entre cosas.
Solo cuando la producción de mercancías adquiere un desarrollo tan alto y una difusión tan grande como para dominar la vida de la sociedad, el fenómeno de la materialización de las relaciones sociales adquiere importancia decisiva. Esto ocurre en las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado. El productor individual trata con su prójimo solo a “través “del mercado, donde los precios y las cantidades vendidas son las realidades sustanciales y los seres humanos no son más que instrumentos. “Un estado de la sociedad en que el proceso de la producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por el.”
La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento económico tradicional, en primer lugar las categorías de la económica capitalista (valor, renta salario…) han sido consideradas como si fueran las inevitables categorías de la vida económica en general.
En segundo lugar, la atribución de poder independiente a las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los “factores de producción” en tierra, trabajo y capital, de cada uno de los cuales se piensa que “produce” un ingreso a sus propietarios.
La forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista. Como propietarios de mercancías todos ellos están en plano de igualdad perfecto: sus relaciones son  las contractuales entre seres humanos libres e iguales.
El mundo de las mercancías aparece como un mundo de iguales. El obrero enajena su fuerza de trabajo, la cual permanece opuesta a él como cualquier mercancía a su propietario. La vende y mientras se pague su verdadero valor, todas las condiciones del cambio honrado y justo están satisfechas.
Quinas consideran las formas capitalistas como naturales y eternas admiten la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales. sobre esta base se a levantado la estructura de los principios éticos y legales que sirven al a vez para justificar el orden existente y para regular la conducta de los hombres hacia él. Solamente mediante un análisis que penetre a través de las formas superficiales hasta las relaciones subyacentes de hombre a hombre, como podemos ver con claridad el carácter históricamente relativo de la justicia capitalista y de la legalidad capitalista.
El desarrollo de la producción de mercancías bajo las  condiciones  del capitalismo exhibe, por una parte una intensa racionalización de sus procesos parciales y por otra una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo.es aquí donde el autor expresada que nos encontramos en una de las mayores contradicciones del régimen capitalista. Un sistema social que tiene dominio sobre el hombre lo educa hasta un punto en que es capaz de controlar su propio destino. Al mismo tiempo le impide advertir los medios de ejercer el poder que está a su alcance y desvía sus energías por cauces puramente destructivos.

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